jueves, 5 de febrero de 2009

Cada tres palabras tengo que levantarme


Me cuesta trabajar. Para empezar he de acarrear el tablero de dibujo por todo el pasillo hasta la cocina. Luego, estoy trabajando la parte más difícil y cada tres palabras tengo que levantarme porque la pluma se atasca y me pongo nervioso. Además, he descubierto que estaba equivocado en cuando a la epidermis y la dermis. Lo entendí al revés. Se trabaja mejor la dermis, la parte de la carne, que es la cara interior, más lisa, de color blanco o gris blanquecino, semi curtido, que no lleva base de greda. Cree uno que la que trabaja mejor es la parte más lisa, la exterior, porque imagina que el interior es más rugoso. Pero es al revés. Lo más rugoso es el exterior, la epidermis, más amarillenta y porosa. Se llama "Pelo", porque claro, tiene todas las huellas de haberlo tenido, todos los poros. En fin, que se escribe mejor sobre la dermis, que se llama "Carne". Y justo ahora, cuando he manuscrito: "Y también sé que este cuadernillo sigue la siguiente cadencia..." me doy cuenta de que lo tengo mal editado. Justo al revés. Digo que es pelo-carne, cuando en realidad es carne-pelo, que es como lo tengo y como lo debo tener. En fin, el caso es no dar palo al agua.

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