sábado, 1 de octubre de 2005

De nuevo, a dormir el sueño de los justos.



De este modo, no parece tan duro el paso del tiempo como con los sargentos. Los pergaminos también tienen su sensibilidad...

Me ha costado dos intentos, pero ha valido la pena.

La fotografía está bien enfocada y se aprecia perfectamente cómo a los últimos libros de la colección les falta la identificación de mi biblioteca.

Carpe diem, tempus fugit.

Esto no es como los juegos informáticos en los que se pueden comprar vidas, no. Aquí, a determinada altura de la vida te das cuenta de que has de atinar con lo que quieres hacer, con lo que de verdad te importa. Unos lo tienen claro desde niños. ¡Afortunados! Pero hay un tiempo para cada cosa, como dice el autor sagrado.

Copio a continuación del librito de sabiduría Sufí que ha publicado "Ediciones Obelisco" bajo el título 99 aforismos (1ª Ed. Dicbre. 2004), colección "Nueva Concencia":

"Que no te preocupe el ayer: ya pasó. Que no te angustie el mañana: Puede que nunca llegue. ¡Vive! Tu única posesión es este instante. (Tiene menos de 160 caracteres. Lo digo para los aficionados a los mensajes SMS).

Este mes hay que darle duro





Por fin, desde la última vez que los castigué a la presión de los sargentos de ebanistería, puede decirse que están prácticamente planos. Volverán a su lugar, pero ya con sólo 33 Kg de peso en libros y contrapeando la ligera curvatura que aún les queda.

Creo que ya he dado con el tamaño adecuado de fotografía, de manera que se vea algo mayor si se clica sobre la foto.

Por otra parte, explicar por qué titulo esta entrada como se ve. Se trata de que el día 2 de noviembre próximo se acaba mi investigación en la Biblioteca Nacional. Ya se sabe, a última hora vienen las prisas.