lunes, 23 de marzo de 2020

Lo que no pue sé, no pue sé, y, ademá, eh imposible


Aunque no he trabajado en vano. Ya lo tengo todo organizado y sé cómo seguir y lo que me falta. Hoy tan sólo una línea, que tras escanear lo que ilustra esta entrada, resulta que no me ha quedado tan mal, pero así no es manera. Cuando pueda ir a comprar lo que me falta, haré lo que me había propuesto, dos o cuatro líneas diarias.


A ver si el virus innombrable
es derrotado y podemos volver a
la vida

anterior.

domingo, 22 de marzo de 2020

¡Por fin me aclaro!

Hoy he dedicado más de media hora tras llevar este ordenador a otro sitio, para darme cuenta de que hoy no podía hacer nada, pero tengo mucho aprendido de esta experiencia.
Ya estoy en disposición de empezar a trabajar mañana.
1:

2:


3:


No sé si vale la pena explicar hoy algo. Mañana, buscaré lo necesario para escribir, al menos, tres líneas de la columna derecha del «ego aldefonsus», en su parte inferior, que es de mayor tamaño de letra y no en latín, sino en castellano antiguo.
Lo dicho. Y, como decía mi madre, «mañana será otro día y verá el tuerto los espárragos»