lunes, 14 de noviembre de 2005

Empiezo a chiflar



Tengo muchísimo interés en ver si este tamaño de imagen lo admite y se nota la diferencia o el programa las comprime. Con tanto cambio y tanta reestructuración, al final pierdo mucho tiempo por tener que hacer las cosas dos veces, además del tiempo que pierdo en buscar y no encontrar hasta que tomo la determinación de empezar de nuevo.

Mi maestro de encuadernación, L. Miguel F. Legazpi, a quien tanto debo, me ha enseñado hoy a rebajar las badanas y pieles finas con la "chifla" (Cuchilla especial a tal efecto). Sólo me queda emplear el próximo día en hacer prácticas.

No es cuestión de estropear una piel por el hecho de ser un impaciente. Que no un divino impaciente, como el archiconocido título. Conocí el sábado a una señora de nombre Divina y se lo he comentado a una compañera, aprendiz como yo en esto de encuadernar.

Me he acordado por el nombre Gabriel en mujer, que es normal en Alemania según he oído en una conversación de móvil, de ésas que te calientan la cabeza en el autobús y no te dejan concentrarte en tus lecturas o simplemente divagar absorto en tus propios pensamientos.

Me hubiera gustado intervenir en la conversación y decirle a la chica que presumía de sobrina llamada "Gabriel" que estaba de acuerdo con ella y no sólo en ese nombre sino en el de Miguel y el de Rafael, es decir los tres arcángeles, pues después de siglos de discusiones sobre su sexo, no podemos deducir ahora que eran machos cuando hicieron su aparición en el Antiguo Testamento.

Decía que se lo he comentado a una compañera (aunque no hayamos comido pan juntos jamás) y me ha dicho que para nombre raro el que ella había oído a una chica sudamericana: "Iloveny" (Lo había visto en una camiseta, I love N. Y.).

No hay comentarios: