martes, 1 de marzo de 2005

¡Por fin los pergaminos!



Llegaron el pasado viernes y hasta hoy no he tenido ocasión de abrir el paquete.

Esta mañana he hablado con Santiago Naya, empleado de mi proveedor que lleva muchos años preparando pergaminos y me ha explicado el proceso: La piel en bruto se introduce, una vez pelada, en unas máquinas de curtido que le quitan toda la carne y demás adherencias. Seguidamente, se introduce en un bombo con disolventes, enzimas, ácidos, sal para el pH adecuado y otros, con lo que se consigue el pergamino. A continuación se tensa en unos aros mediante un promedio de 22 cuerdas, dependiendo del estado de la piel, cada una de las cuales soporta una tensión de 15 o 20 Kg. Y ya sólo resta esperar a que los clientes las pidamos.

Ésta es la comprobación de que estaban en condiciones y seguidamente he procedido a abonar su importe de 383,67 euros. Si le añado los portes de 12,08 euros, tenemos 65.847 de las antiguas pesetas. Nunca he estado más contento con una inversión.

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