Después de tantos acontecimientos que finalmente se borran de la memoria, decido ver cómo han quedado los cuarenta pliegos de pergamino tras veinte días:
No esperaba este resultado, pero me lo temía. Necesito hacer una prensa y colocarlos plegados dentro. De momento, los he trasladado a una habitación menos soleada. Ya se nota el cambio de temperatura y no les conviene el calor.
El próximo archivo fotográfico será un señalador de página de lectura que le he de hacer a una amiga. Entre tanto, sigo disfrutando con la encuadernación. Como con todo.
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probando
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