Espero que el briboncete de tu hermano Dani, que el día de Navidad nos inundó la habitación abriendo y cerrando el bidé y disimulando como si no hubiera hecho nada, además de sacarme de las estanterías más bajas unos cuantos libros del pasillo, que colocaba luego a su manera, no le esté dando la noche a tu madre y se haya ido ya a dormir. También espero que me dejes ir a buscarte a casa de papá y mamá para llevarte a casa de tu prima Paula que al final supongo que te ha llamado.
Sabes que te quiere tu abuelo,
Ildefonso.
Post Scriptum: No he vuelto a probar el tabaco desde el 18 de noviembre a las 15:15. Ni me apetece ni me molesta si otros fuman. ¡Ha sido magggggiaaa!
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